A lo largo del curso de creatividad hemos
pasado por varias etapas para poder llegar a la innovación. Al inicio pensé que
sabía lo que era innovar y lo que era la creatividad, por lo que pensé que el
curso sería bastante fácil de lograr, mas al pasar del tiempo me di cuenta que
requería más tiempo del que yo le estaba dando. Necesitábamos trabajar en
equipo y no que uno solo haga todo o que dos lo hagan, lo cual fue para mí un
factor muy difícil de lograr, puesto que me gusta estar en todo y no descanso
hasta ver que el trabajo esté bien hecho. Fue justo por ese motivo que me
estresé bastante.
La primera etapa de descubrir fue a mi parecer
la mejor, ya que pusimos de nuestra parte, nos divertimos y poco a poco nos
fuimos conociendo. El trabajo de investigación que hicimos en la calle fue excelente,
no hubo pleito alguno y fue entretenido. Pude aprender la importancia de
trabajar en grupo, unidos y que no sirve anteponerse a lo que la gente piensa,
es necesario que cada quien nos diga su opinión y en base a eso generar ideas.
En la siguiente etapa de idear, nos dejamos
llevar por las ideas recolectadas en la etapa de descubrir. Hicimos preguntas
generadoras, logramos identificar los puntos de conflicto y justo fue esto algo
que jamás había pensado que se podía hacer. No sabía que habían tantos conflictos,
que ni se ven. Las personas que pensaban que los barrenderos no limpiaban, los
barrenderos pensaban que las personas eran muy cochinas y estas mismas pensaban
que la municipalidad no ponía más barrenderos… era un ciclo sin fin. ¡Qué
importante es tomar la opinión del resto! Y en base a esta poder analizar bien
el problema, realizar construcciones narrativas y crear preguntas generadoras
que nos ayuden en el siguiente proceso.
Para la etapa de idear ya sabíamos bien cual
era el problema y gracias a las preguntas generadoras pudimos, valga la
redundancia, generar propuestas que puedan solucionar nuestro problema. Las
ideas que yo siempre había dado en algún trabajo en grupo o en el colegio, eran
puro producto de mi mente y siempre quería que se hagan como yo lo pensaba, mas
pude descubrir que las preguntas generadoras eran una buena manera de
reformular nuestra mente y poder juntar las ideas de todos para formular ideas,
sobre todo plasmarlas en Post It, para que sea más fácil entendernos. Además al
momento de crear el primer prototipo vi que nuestra idea podría ser realidad,
mas no de la manera en que pensaba, porque costaría mucho dinero y tiempo
lograr todo lo que habíamos planeado. Por eso, fue de gran aporte poder
visualizar nuestro proyecto y ver en donde nos equivocamos y qué debíamos
reformular.
Luego al experimentar, fue lo peor, lo más
difícil y demandaba más tiempo que los procesos anteriores, pero era sumamente
importante realizarlo, ya que vimos si en realidad nuestro proyecto era factible
o no. No basta con plantearnos ideas geniales y creer que podemos hacerlo todo,
es necesario llevarlo acabo y ver las distintas reacciones de las personas, con
los feed backs que nos aporten.
Por último, la etapa de evolucionar. Siento que
sí lo hicimos, lo logramos. Nos caímos mucho, tal vez demasiado al momento de
generar ideas y el prototipo, siempre nos íbamos del tema, nos enfocábamos en
algo que no era, en el reciclaje, mas no en el olor. Sinceramente, aprecio
todas esas caídas, ya que si no fuesen por ellas, no nos hubiésemos levantado
con tanta fuerza y pertinencia.
Por mi parte, siento que he aprendido como
funciona realmente un trabajo en grupo y lo importante que es seguir los
procedimientos de innovación, para generar una buena propuesta, que quizás
ahora siga siendo un plan a futuro, mas hemos descubierto que puede ser
realidad. Por primera vez en mi vida, veo que algo que salió de nuestras
cabezas se pudo hacer realidad, es decir, los sueños a veces pueden llevarse a
cabo y nada es imposible.
Christiana Poggi U201213477
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